Hacer terapia psicológica nos ayuda a mejorar aspectos como nuestro aprendizaje, autoconocimiento o crecimiento personal. Acudir a un psicólogo para hacer terapia es algo muy común pero, ¿sabes en qué consiste exactamente?
Terapia psicológica: Lo que necesitas saber
Al empezar algo nuevo, es normal sentirnos algo nerviosos por la incertidumbre que nos genera esta nueva situación a la que nos vamos a enfrentar. Acudir a un psicólogo puede producirnos un nerviosismo extra debido a que hablaremos sobre algunos aspectos personales que nos resultan difíciles o dolorosos. Por eso, en el artículo de hoy hablaremos sobre en qué consiste la terapia psicológica.
La terapia como proceso de aprendizaje
Un aspecto de vital importancia para la terapia es el aprendizaje. De hecho, el objetivo principal de toda terapia, además de mejorar los síntomas y el malestar inicial, es producir un aprendizaje significativo en la persona. Este aprendizaje puede consistir en diferentes aspectos según la terapia y el proceso de cada uno. Sin embargo, no suelen faltar el aprendizaje de estrategias de afrontamiento, identificación y gestión emocional.
Si quieres saber más sobre la gestión emocional, te animamos a leer nuestro artículo de la semana que viene: ¿Para qué sirven las emociones?
Motor de cambio personal
De forma específica podríamos decir que un factor que define a la terapia es su capacidad para ser motor de cambio. Esto quiere decir que durante el proceso de terapia no sólo aprenderemos cosas nuevas, sino que también viviremos un proceso que implicará un cambio. Este cambio tendrá lugar no sólo en la forma de ver las cosas, sino también en cómo nos enfrentamos a ellas y en cómo las llevamos a cabo.
La terapia como método de autoconocimiento
La terapia psicológica es un proceso en el que también aparece una gran dosis de autoconocimiento. Se aprende y se conoce qué es lo que nos ocurre y por qué, como ocurre con la depresión y los mecanismos psicológicos que se han puesto en marcha para que yo me encuentre así. Pero también es muy importante la parte que implica conocernos mejor a nosotros mismos.
Como decíamos, en el proceso de terapia se buscará no sólo aprender sobre aspectos más teórico-prácticos con el objetivo de solucionar situaciones, sino también de conocer cómo somos. De esta forma, en las sesiones aprenderemos sobre aspectos de nuestra personalidad, de nuestras emociones y de otros aspectos relacionados con nuestra forma de ser.
La terapia como proceso de crecimiento personal
Por último, la terapia psicológica también nos conduce a crecer como personas. Cuando finalizas un proceso terapéutico, lo haces con una serie de aprendizajes personales que conllevan un crecimiento personal. Como hemos visto al comienzo de este artículo la terapia implica no sólo cambiar, sino también conocerse; dos pasos imprescindibles para poder crecer. Además, mediante ese proceso también se realiza una reflexión sobre a dónde quiero ir y cómo quiero ser que nos permite dirigir nuestros esfuerzos en conseguir esos objetivos.