Entre las dificultades o malestares más habituales de las personas que acuden a consulta se encuentran algunas muy conocidas como la ansiedad, la baja autoestima o la depresión. Ninguna situación es igual a otra, y ningún malestar es equivalente a otro. Sin embargo, estas problemáticas son las que suelen aparecer con una mayor frecuencia.
¿Qué es la depresión?
La depresión es uno de los problemas más habituales por los que la gente acude al psicólogo. De hecho, según la OMS (Organización Mundial de Salud) es uno de los problemas psicológicos más comunes que afecta a millones de personas en todo el mundo. Pero, ¿sabemos realmente lo que es la depresión?
La depresión es un problema psicológico cuya característica principal es una bajada del estado de ánimo junto con la presencia de emociones desagradables (tristeza, melancolía…). Esta primera definición es una forma breve y muy conocida popularmente para hablar de la depresión. Incluso es una expresión que podemos oír en conversaciones del día a día. Por ejemplo, cuando una persona está algo más triste (“hoy estoy un poco depre”). Pero la depresión es una cuestión algo más compleja, a pesar de que el concepto principal no vaya muy desencaminado.
Los síntomas principales de la depresión son los que nos van a permitir discernir entre una fluctuación normal del estado de ánimo y un problema depresivo. Podemos estructurarlos en tres niveles:
- Nivel cognitivo: Presencia de pensamientos negativos acerca del presente y el futuro. Disminución de la capacidad para afrontar las situaciones cotidianas de nuestra rutina. Dificultad para concentrarse, recordar aspectos de tareas o situaciones, para tomar decisiones, etc.
- Nivel conductual o motor: Pérdida de interés o disfrute de las actividades placenteras que antes desarrollaba con normalidad. Variaciones importantes en la ingesta y apetito y en la rutina de sueño, etc.
- Nivel emocional: Sentimientos de tristeza, melancolía o desesperación. Sensación de culpa, irritabilidad y/o momentos de rabia e ira, etc.
¿Cómo puedo saber si estoy deprimido?
Quizás esta sea la pregunta más compleja de responder de este artículo, ya que muchas veces incluso para un profesional es necesario varias sesiones para determinar el problema, la causa y la gravedad de una situación. Estrictamente, si seguimos el manual diagnóstico por excelencia en psicología (el DSM5) es necesario la presencia de cinco o más síntomas de los mencionados anteriormente. Sin embargo, a pesar de la importancia de los síntomas, también es necesario analizar la intensidad de estos y el malestar y la interferencia que nos produce en nuestro día a día.
Y si mis síntomas son leves, ¿necesito terapia?
Cuando nuestros síntomas son leves, muchas veces nos genera la duda de si realmente necesitamos ayuda profesional o si por el contrario es algo que podremos superar solos. Es cierto que cuando un problema es leve, es más sencillo atajarlo y recuperarnos. Sin embargo, cuando empiezan a aparecer los síntomas suele haber un detonante o causa que pueden ser conveniente trabajar para evitar que aparezcan otros problemas en un futuro. Además, la terapia será más rápida y sencilla cuanto más leves sean los síntomas.
Para profundizar sobre esta cuestión puedes leer nuestro artículo sobre en qué consiste la terapia psicológica
pinchando aquí.