¿Qué es el estrés?


Desde hace unos años oímos hablar del estrés en numerosos medios de comunicación, series, películas y en casi cualquier conversación con nuestros amigos o familiares pero, ¿qué es exactamente el estrés?

El estrés es una reacción fisiológica del organismo ante un estímulo que para esa persona es aversivo debido a su propia historia de aprendizaje. Este estímulo puede ser una situación, un objeto, otra persona, un animal o incluso reacciones del propio cuerpo.

El estrés no es algo malo per sé, es más, ha sido beneficioso a lo largo de la evolución de la especie porque nos ha permitido sobrevivir a los peligros del mundo; por ejemplo, si hemos aprendido que un animal es peligroso podemos sentir estrés al verlo y esa reacción nos va a permitir accionar el mecanismo de huida que nos permitirá a su vez ponernos a salvo. Sin embargo, hoy en día, el estrés aparece muchas veces ante estímulos que no son objetivamente peligrosos o quizás ese estrés aparece demasiadas veces o de forma tan intensa que nos impide continuar con nuestra vida. Por tanto, un nivel de estrés normal es considerado hasta positivo (su nombre técnico es eustrés), porque nos permite reaccionar ante los diversos estímulos que aparecen en nuestro contexto, sin embargo, un nivel de estrés excesivo o ante estímulos objetivamente no peligrosos puede producir muchos problemas a la persona, tanto emocionales como incluso físicos (el nombre técnico de este tipo de estrés es distrés). Algunas de las consecuencias que puede acarrear el distrés mantenido en el tiempo son:

  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Dolor muscular
  • Alta presión cardiaca
  • Debilitamiento del sistema inmunológico
  • Falta de apetito o dificultades alimentarias
  • Dolor de cabeza
  • Empeoramiento de las digestiones
  • Caída del cabello

 

¿Cómo manejar el estrés?

Aunque en numerosas ocasiones sea necesaria la ayuda de un profesional, para comprender mejor por qué está apareciendo el estrés y cuál es la forma correcta de abordar su manejo, aquí os dejamos unas sugerencias de actividades diarias que pueden ser de ayuda si estás atravesando una época complicada:

  • Hacer actividad física: elige un deporte que te guste, puede ser sencillamente salir a caminar un rato por tu ciudad o parque cercano. Esto te permitirá desconectar de tu rutina y entrar en contacto con estimulación agradable, además, el organismo libera endorfinas que nos pueden ayudar a sentirnos mejor.
  • Mantener una buena rutina a la hora de dormir: unos buenos hábitos de sueño son clave a la hora de mantener un correcto bienestar psicológico, por eso, intenta acostarte y levantarte a la misma hora siempre y dormir un número adecuado de horas para garantizar un correcto descanso.
  • Mantener una dieta equilibrada: incluye frutas y verduras en abundancia, así como diversos tipos de proteínas e hidratos de carbono. Cocinar puede ser además una tarea agradable con la que pasar un divertido rato en la cocina, sola o acompañada.
  • Realizar actividades durante la semana que nos permitan desconectar y pasar un buen rato: intenta introducir planes divertidos a lo largo de la semana que te permitan disfrutar de tu ocio, por ejemplo, ver a tus amigas, apuntarte a alguna actividad que siempre has querido o leer un buen libro a la luz de las velas.

Y recuerda, no siempre se puede llegar a todo.

Muchas veces vemos como en consulta atendemos a personas que, debido a su situación personal o laboral, sienten la obligación de llegar a todo y ser perfectas. Esta regla personal es incompatible con un manejo del estrés adecuado ya que muchas veces debemos asumir que, para vivir más tranquilas, debemos aprender a ser flexibles, a dejar cosas para otro día, a delegar, a asumir los errores y los fallos, en general, a ser más compasivas con nosotras mismas.